El uso de la internet con fines educativos y el desarrollo e interacción de los humanos con robots fueron algunos de los temas que el escritor y bioquímico estadounidense de origen ruso Isaac Asimov propuso al mundo durante su prolífica vida, la que se extinguió el 6 de abril de 1992.
¿Qué pensaría Asimov si viera el uso de robots en Italia para hacer seguimiento a los enfermos por Covid-19?¿O que hoy miles de escolares peruanos podrán iniciar el año escolar de manera virtual, por medio de la red de redes, debido a la epidemia del coronavirus?
Sin duda, diría: No me equivoqué, pero nos hemos demorado. Y es que Isaac Asimov marcó con su genio la ciencia ficción moderna con más de 400 libros que incluyeron novelas de suspenso, temas históricos e inclusive la Biblia.
Las historias con robots o también denominadas Series de Robots o Ciclo de la Tierra comienzan con su conocido libro Yo robot, seguido luego por la intensa Bóvedas de acero, el asombroso El sol desnudo, Los robots del amanecer y Robots e Imperio (1985).
Surgen de su privilegiada mente las llamadas Tres Leyes de la Robótica: 1) un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitirá que un ser humano sufra daño; 2) un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entrasen en conflicto con la primera ley; 3) un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Asimov crea, además, una relación de trabajo que luego se convierte en una gran amistad entre un terrícola, el detective Elijah Baley, y un robot, R. Daneel Oliwav; este último, un personaje central y de gran participación también en el denominado Ciclo de la Fundación o Ciclo de Trántor.
Imperio Galáctico
Una segunda serie de la producción bibliográfica de Asimov está marcada por la denominada Trilogía del Imperio Galáctico, que incluye a las novelas En la arena estelar, Las corrientes del espacio y Un guijarro en el cielo; en estas narra los inicios del Imperio Galáctico y su expansión por la Vía Láctea.
Las centurias han pasado y los humanos, ya dueños de gran parte de la galaxia, han olvidado paulatinamente el planeta de origen, la Tierra.
La Fundación
La popularidad global de Asimov y el inicio de la época de oro de la ciencia ficción se da con la Trilogía de la Fundación o Ciclo de Trántor, que incluyó en una primera etapa los libros La Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación –escritos entre 1951 y 1953. Aquí se relata la evolución del Imperio Galáctico y el uso de una herramienta llamada la psicohistoria, que permite predecir el destino de la humanidad.
Con el transcurso de los años, la historia fue complementada con otras obras como Preludio a la Fundación, Hacia la Fundación –la última que escribió antes de fallecer–, Los límites de la Fundación y Fundación y Tierra. Posteriormente, otros escritores agregaron relatos e historias adicionales al Ciclo de Trántor, llamado así en honor a la capital del Imperio Galáctico.
Y Asimov, justamente en el libro Fundación y Tierra, muestra la participación de los robots en la evolución de la sociedad humana, cuando aparece nuevamente R. Daneel Oliwav y da a conocer la Ley Cero de la robótica: un robot no puede perjudicar a la humanidad ni, por omisión, permitir que la humanidad sufra daño.
Sin embargo, deja en claro que el destino del hombre está en manos del propio hombre.
La internet
A finales de los 80, específicamente en 1988, Isaac Asimov concedió una entrevista al programa de televisión El mundo de las ideas, que conducía el estadounidense Bill Moyers.En esta conversación consideró que la internet tendría un gran impacto en la sociedad y en la educación.
“Una vez que tengamos conexiones de computadoras en cada casa, cada una de ellas conectadas a enormes bibliotecas, donde cualquier persona pueda hacer preguntas y tener respuestas, obtener material de relevancia sobre cualquier tema en el que esté interesado, desde su infancia […] hacerlo en tu propia casa, en tu propio ritmo, en tu propia dirección, en tu propio tiempo, entonces todo el mundo disfrutaría de aprender”, señaló.
Hoy, los estudiantes peruanos empezarán sus clases virtuales y, 28 años después de su muerte, otro de los Sueños de robot, de Isaac Asimov, se hace realidad.