La ciudadela inca de Machu Picchu contará, desde febrero próximo, con 18 nuevas cámaras de videovigilancia para prevenir y actuar con prontitud frente a actos que infringen las normas de conducta y ocasionen daños a la integridad del santuario histórico, principal atractivo turístico del Perú y Patrimonio de la Humanidad.
José Bastante, jefe del parque arqueológico Machu Picchu, informó que las nuevas cámaras, que se añadirán a otras seis ya existentes, se ubicarán en tres zonas estratégicas del sitio arqueológico: el puente Ruinas, el Inti Punku y el puente Inca.
También serán instaladas en el punto de acceso a Huayna Picchu, la montaña más alta que se eleva sobre la cima y explanada de Machu Picchu, ubicada a 2,400 metros de altitud, a unos 80 kilómetros al noroeste de la ciudad de Cusco, al sureste de Perú.
"Ya hemos instalado la fibra óptica y mediante una señal repetidora en algún punto que va permitir la instalación de cámaras en puntos estratégicos", aseveró.
Sostuvo que en la actualidad se cuenta con 60 vigilantes en la ciudadela. También hay 60 especialistas en conservación y mantenimiento y otras 40 personas distribuidas en los puestos de control y registro, todos comprometidos con la seguridad.
Daño invaluable al complejo
El funcionario indicó que esta medida responde al condenable incidente ocurrido el 12 de enero último, cuando seis turistas ingresaron ilegalmente al complejo, provocaron el desprendimiento de una parte de un muro y defecaron en una zona restringida. Tras ser descubiertos por los guardaparques, los infractores fueron detenidos por la policía.
Cinco turistas de ese grupo (una francesa, un argentino, un chileno y dos brasileños) fueron expulsados del Perú y se les prohibió el ingreso al país por 15 años.
El sexto turista, de nacionalidad argentina e identificado como Nahuel Gómez, de 28 años de edad, fue acusado de dañar el patrimonio cultural del Perú y
condenado a tres años y cuatro meses de prisión suspendida. La sentencia judicial incluyó el pago de una multa de más de 5,000 soles. Una vez que haya abonado esa multa, Gómez será expulsado del territorio peruano.
Bastante sostuvo que el daño ocasionado es inconmensurable, dado que se ha afectado seriamente la integridad de Machu Picchu, construida en la primera mitad del siglo XV, durante el reinado del inca Pachacútec.
"A mediados de febrero ya tendremos las cámaras. Tenemos un reglamento de visita y los turistas y guías tienen que respetarla. Si bien la mayor parte de turistas respeta las señalizaciones y las reglas, necesitamos el compromiso de todos. Machu Picchu es un espacio sagrado de un valor excepcional y el fin supremo es la conservación. Todos queremos que las futuras generaciones puedan en algún momento visitar Machu Picchu", afirmó José Bastante.
La ciudadela inca, dada a conocer al mundo por Hiram Bingham en 1911, elegida en 2007 como una de las siete nuevas maravillas del mundo, recibe a diario más de 4,000 turistas, en su mayoría extranjeros. En 2019 las visitas superaron el millón y medio de turistas.
(FIN) AFP/LZD/MAO
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Publicado: 22/1/2020