10:00 | Amazonas, abr. 20.
Las consecuencias de la deforestación y el cambio climático son más agresivas cada año, preocupando a millones de personas que se han preguntado cómo puedan revertir esta situación. Es ahí donde encontramos a don César Erbildo Collantes Narváez, un hombre de 76 años que desde hace tres décadas viene sembrando y cuidando más de 30,000 plantas de pino para dar un respiro al pulmón del mundo, su amado departamento de Amazonas.
“Nuestro mundo está muriendo y debemos tomar conciencia de ello. Mis pinos buscan dar un respiro al pulmón del mundo y garantizar un hogar para muchas especies de animalitos”, enfatizó el popular “Señor de los pinos”, como lo conocen en su distrito de Molinopampa y en toda la provincia de Chachapoyas.
Desde niño, César Collantes escuchaba las grandes enseñanzas de su abuelo, en especial una que canalizó y lo convirtió en un estilo de vida: “El pino mejora la vida del suelo, nos regala oxígeno y sirve de hogar de muchos animales, como aves, mamíferos y reptiles”.
Con mucha nostalgia y amor, el septuagenario confesó que gracias a esas palabras siempre deseó vivir rodeado de vegetación, en especial de pinos. “Hoy, estoy muy feliz de haberlo logrado”, agregó, mientras admiraba el legado que dejará a las futuras generaciones.
Nunca se siente solo
Don Cesar aseguró que nunca está solo, pues sus pinos lo acompañan las 24 horas del día. “La vida me ha golpeado, vengo de una familia muy pobre y mi esposa murió. Por eso valoro todo lo que he conseguido y tengo. No tengo otros familiares cerca, pero no me siento abandonado, porque mis árboles me acompañan”, sostuvo.
Después de un largo suspiro, recordó a su amada. Hace unos años, Collantes Narváez perdió a su esposa y aún le cuesta dar más detalles de ese episodio. Esta partida le provocó un gran dolor y dejó de lado sus pinos, hasta que una noche tuvo un sueño donde vio a la mujer que fue su primer amor y lo encaminó a retomar sus actividades, con la misión de dejar un legado en nombre de los dos.
Todo esto lo llevó a ser consciente que en algún momento se le terminarán las energías y tendrá que unirse con las plantas que sembró con tanta esperanza. “No sabemos cómo vamos a terminar, quizás más adelante enfermemos y hay que tener nuestras para nuestras medicinas. Sé que la gente no se acordará de mí, pero en algo aportaré con mis pinos y los que aún pienso sembrar”, añadió.
Comprometido con el futuro, el “Señor de los pinos” decidió enseñar a los niños del distrito la importancia de conservar nuestros bosques y cómo pueden sembrar una vida. “El pulmón del mundo merece un gran respiro”, concluyó.
Su mayor tesoro
César Collantes inició su proyecto con el objetivo de sembrar 10,000 pinos, con los años superó su meta y trabajó con la esperanza de triplicarlo. En el proceso, perdió a su esposa y cayó en depresión. En ese momento, la municipalidad de su localidad lo empadronó y el personal de Pensión 65 lo ubicó porque pasó a ser parte del programa social, mejorando su calidad de vida y generando una mayor motivación en sus actividades diarias.
“Tuve apoyo de los promotores y ese aliento me llevó a cumplir la reforestación de una gran zona en mi distrito, y seguir con el sueño que me dejó mi esposa que falleció, mantener y cuidar mi mayor tesoro por el bien del mundo”, manifestó finalmente.
(FIN) NDP/LZD
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Publicado: 20/4/2024